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Amaxofobia, el miedo a conducir

Las personas que lo padecen sufren de taquicardias, vértigo y sensación de desmayo. Se da más en mujeres.

Escrito por Clara Escobar

Deben aprender a enfrentar las calles.
Deben aprender a enfrentar las calles.

No es tan popular como una fobia a las arañas o a lugares cerrados, pero afecta a muchas más personas de lo que la creencia popular diría. Se trata del miedo a manejar o más conocido como Amaxofobia, una enfermedad muy habitual en mujeres jóvenes.

¿Qué siente un amaxofóbico cuando se pone frente al volante? Varias cosas; angustia, taquicardias, dolor estomacal, vértigo, sensación de desmayo, comienza a sudar, tiene temblores y síntomas de hiperventilación.

A estas personas, conducir les resulta una experiencia desagradable y -en la mayoría de los casos- prefieren  desistir y abandonar la misión. Ellos mismos lo asocian a experiencias traumáticas, como accidentes de tránsito propios, de familiares o amigos, o al hecho de haber repetido en numerosas ocasiones el examen de conducir. Sin embargo, los expertos lo atribuyen más a una falta de confianza en sí mismo y una autoestima muy baja.

Las personas más propensas son quienes tienen antecedentes de trastornos de ansiedad y depresión. Además de un alto nivel de estrés, fragilidad emocional, rigidez mental, reducido nivel de tolerancia a la frustración y gran nivel de autoexigencia.

Su tratamiento tiene que ver con la capacidad aprender a controlar los pensamientos que agarrotan músculo y mente.
Los psicólogos trabajan la tranquilidad en los pacientes, su autoestima y una predisposición positiva.

Las situaciones que dan más miedo

– La circulación en puentes:
les da terror la posibilidad de caer al vacío en una hipotética pérdida de control.

– Entrar a los túneles: la entrada en un espacio cerrado les crea sensación de agobio, por lo que el amaxofóbico no encuentra salida.

– Entrar a vías rápidas de varias pistas: aflora una exagerada percepción del riesgo y la persona entra en crisis al verse incapaz de controlar el auto.

– Curvas cerradas: la velocidad y pérdida momentánea de perspectiva pueden provocar una crisis.

– Maniobra de estacionamiento: tienen la sensación de estar estorbando al resto de los conductores mientras realiza la artimaña.