Cuando pensamos en contratar un Seguro Automotriz, lo hacemos pensando en protegernos en caso de sufrir un accidente en nuestro auto. Esperamos que apenas suceda un siniestro, nuestra cobertura nos salve de pagar grandes sumas de dinero y nos saque de apuro.
Pero muchas veces, las coberturas de distintos seguros se superponen, creando un dilema difícil de resolver. Es el caso de los accidentes de trayecto al lugar de trabajo. En esos casos ¿a quién le corresponde cubrir tu siniestro?
Por qué este accidente sería distinto a otro? Porque si como trabajador sufres un siniestro en el trayecto directo a tu trabajo o desde tu lugar de trabajo, se considera como un accidente laboral, cubierto por el Seguro laboral, en el que las compensaciones económicas son mucho mayores que si se trata de un accidente común.
Para que pueda considerarse un accidente de trayecto ha de cumplir unos requisitos: entre otros, debe ser intencional, siendo la causa del desplazamiento el trabajo; tiene que ser cronológico, es decir, en tiempo inmediato o próximo a la hora de entrada o salida del lugar de trabajo.
En este tipo de accidentes, el trabajador es quien tiene que demostrar qué ha ocurrido durante el trayecto al trabajo o a la salida del mismo, teniendo una importancia muy relevante la práctica de la prueba para demostrar la conexión o relación de causalidad entre la lesión y el trabajo.
Es muy importante recalcar que si el accidente se produce por una imprudencia del trabajador, el seguro laboral no lo cubrirá y quedará en manos de tu Seguro Automotriz.
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