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Los malos hábitos de conducción que dañan su vehículo

Escrito por Clara Escobar

manejar
Evite estos comportamientos.

Los malos hábitos frente al volante pueden causar serios perjuicios en la mecánica de su auto en el largo y mediano plazo. Aquí, le presentamos algunos ejemplos, evite hacerlos y su vehículo durará largos años en excelente estado.

1. No se debe hacer descansar el pie sobre el pedal del embrague. Ese pedal sólo debe usarse para conectar y desconectar el giro del motor hacia la caja de cambios. Son cortos segundos. Enseguida, el pie debe descansar en otro sitio. Al apoyar el pie en ese pedal se ejerce una cierta presión que afecta a los elementos que accionan el disco de embrague, disminuyendo su vida útil y su regulación; estando siempre tensa, la piola de acero se estira y desajusta la distancia libre que debe poseer el pedal.

2. No es bueno rozar permanentemente el pie con el penal del freno. Esto es muy común en automovilistas nerviosos que se sienten más seguros si tienen siempre la punta del pie en el freno, sin embargo esto puede causar un grave daño en discos y tambores. Si se viaja con el pedal semipresionado, se produce un roce continuo entre los materiales de fricción (pastilla y metal) que eleva la temperatura del sistema hasta el punto de anular su capacidad de detener la marcha; además, se pueden registrar deformaciones en la superficie de los discos al evitar que el calor se disipe.

3. Tener siempre la mano apoyada sobre la palanca de cambios. Este mal hábito puede provocar un daño bastante serio en los delicados y costosos órganos que componen la caja de cambios, con un alto precio en la reparación.

4. No pisar a fondo el embrague para pasar de un cambio a otro. Cuando el pedal de embrague no se lleva a fondo y se pasa de un cambio a otro, se produce un duro choque entre los dientes de los engranajes picándolos o destruyéndolos totalmente. Además, esos pequeños trozos de metal se depositan en el aceite y viajan hacia otros sectores causando aún más daño. 5. Frenar con fuerza antes de pasar sobre el agua. Cuando se frena con violencia, los discos y los tambores de acero adquieren una elevada temperatura. Al pasar por el agua se enfrían rápidamente lo que puede provocar graves deformaciones a causa del fraguado que se produce en el material.